El más evidente de los objetivos perseguidos por el tuning es la potenciación de la estética.
La tendencia busca realzar el aspecto del vehículo con una multitud de elementos, como spoilers delanteros y traseros de mayor volumen, cambios en la forma de los grupos ópticos, alerones traseros superiores adicionales, capots delanteros con prominentes tomas de aire, tapones de del depósito de combustible, las llantas de aleación con un diseño llamativo y los neumáticos de gran anchura y bajo perfil.
Los interiores también son objeto de personalización, ya sea para ganar elegancia o ambientación deportiva.
Otros detalles que forman parte de la transformación son los equipos musicales.
Por otro lado, esta mejora estética puede esconder también una evolución en las prestaciones del vehículo.
Los preparadores desarrollan los motores, elevando notablemente su rendimiento en potencia y par hasta cotas espectaculares.
Ninguna clase de vehiculo se escapa a cambios y modificaciones personales, comenzando por unas simples pegatinas.
0 comentarios:
Publicar un comentario